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“Arquitectura sostenible” es un término que se escucha cada vez más frecuentemente y que hace referencia a un modo de proyectar edificios teniendo en cuenta el medio ambiente, la eficiencia de los materiales y de la estructura de construcción, el proceso de edificación, el urbanismo y el impacto en la naturaleza y en la sociedad.

En este marco parece lógico recuperar uno de los materiales de construcción que, a pesar de haber sido plenamente validado por la historia, ha caído en el olvido por el progreso del siglo XX: la tierra. Una de las mejores propiedades de este material es su comportamiento térmico, los muros de tierra no han requerido tradicionalmente ningún tipo de aislamiento añadido ya que, aunque su factor U de transmitancia térmica es comparable al de otros materiales convencionales, su masa o inercia térmica permite mantener temperaturas interiores confortables sin necesidad de calefacción o refrigeración mecánicas, con el consecuente ahorro energético.

La construcción con tierra en el siglo XXI se apoya así en criterios de sostenibilidad ofreciendo una gran oportunidad de reducir el impacto ambiental de la edificación. Entre sus cualidades destacan:

  • Los procesos de producción son sencillos, sin necesidad de cocciones que generan combustiones con un alto consumo energético.
  • A diferencia de los ladrillos o el hormigón, la energía utilizada en la producción es muy baja. Además, no se producen emisiones tóxicas durante el proceso de transformación ni durante su vida útil.
  • El lugar de extracción puede ser el mismo emplazamiento de la obra, de forma que el impacto ambiental durante el transporte y el impacto paisajístico en la producción se reduce a cero.
  • El consumo de agua en la producción y en la obra es especialmente bajo en el tapial y BTC donde la tierra se trabaja con una humedad cercana al 10%.
  • Los restos de material desechados (piezas rotas o sobrantes) se pueden reintegrar en el mismo emplazamiento, sin generar residuos, reduciéndose estos a los posibles embalajes.
  • En cuanto a emisiones de CO2 la siguiente tabla comparativa muestra claramente como las de la tierra son significativamente menores que las de los materiales convencionales.
  • Los ejemplos citados de arquitectura contemporánea manifiestan la viabilidad técnica, estética y económica de la tierra como material actual de construcción.

Fuente: Blog Ferrovial