En Atelier 32 nos preocupamos verdaderamente por cada cliente. Nos gusta escuchar. Sabemos que cada encargo es único, y posiblemente quien acude a nosotros con la intención de realizar una obra lo hace casi como una acción única en su vida.
Somos conscientes de la importancia de cada decisión en la etapa de diseño y en la construcción. Creemos que nuestras obras perdurarán en el tiempo, y con esa ilusión las creamos. Con un diseño que destaque por su atemporalidad.
Pero si además se trata de una obra de supresión de barreras arquitectónicas nuestro sentir va mucho más allá. En estos casos, sabemos que la obra va a suponer un gran mejora en la calidad de vida de las personas que acceden a dicho edificio. Porque contribuimos a que personas condenadas al ostracismo por dependencia directa de terceras personas que garanticen su movilidad, son liberadas de sus ataduras y consiguen una anhelada libertad. Y esto es algo que sin duda nos llena de satisfacción. Porque mucho más importantes que las obras, son las personas.