La experiencia del ser humano a través de los años ha dado como resultado tomar en cuenta los diversos factores que involucran la construcción de grandes edificaciones, como el viento, el terreno, la utilización de los materiales o incluso la posición del sol. Pero no todo ha sido positivo, y a través de la historia han sido varios los errores humanos en la construcción de edificaciones y estructuras que en muchos casos han sacrificado vidas humanas.
La represa de San Francis
La inestabilidad geológica del cañón donde se emplazaba la represa de San Francis, pudo ser detectada incluso con la tecnología disponible en aquél tiempo, aunque el error fue no evaluar correctamente el desarrollo de las grietas ocasionadas por lo débil de la estructura, siendo consideradas como algo «normal». La medianoche del 12 de marzo de 1928, los cimientos cedieron destruyendo una ciudad completa, donde fallecieron 450 personas.
Una de las historias más caóticas de las que se tenga registro tiene que ver con el relato de Tácito y Suetonio sobre el anfiteatro de madera de Fidenas (Fidenae en latín), que en el año 27 causó el deceso de más de 20 mil personas de un total de 50 mil espectadores, debido a lo poco resistente de la estructura. Esto dejo una lección importante:hacer cálculos de peso antes de construir.
La Torre de Pisa
Sin duda una de las edificaciones y atracciones turísticas más populares del mundo, siendo típica la fotografía con la persona soportando el peso de la estructura. Construida en agosto de 1773, la altura de la Torre de Pisa es de poco más de 55 metros, tiene un peso estimado en 14.700 toneladas, una inclinación de 4° y 3,9 metros alejado de su posición vertical. Posee ocho niveles y una escalera interna en espiral con 294 escalones. El error fue construirla en suelo pantanoso y la poca profundidad que se le dió, de apenas 3 metros.
Hotel Vdara en Las Vegas
Tras su inauguración en 2009, el diseño cóncavo y reflectante de los vidrios del edificio actuó como un gran reflector que dirigió los rayos del sol hacia las terrazas y piscina del recinto a distintas horas, quemando a algunas personas e incluso derritiendo objetos plásticos. Tanto los empleados como los residentes no dudaron en bautizar el fenómeno como «el rayo de la muerte».
La torre John Hancock
Construida en 1976, y tras varios años de retrasos, la torre John Hancock se considera uno de los grandes fallos de la arquitectura moderna. Los problemas comenzaron con los muros de contención de las obras, que dañaron edificios públicos históricos, servicios de comunicación y otros, y continuaron con la mala instalación de los paneles de cristal, que además se encontraban defectuosos. Éstos, de 1,2 x 3,4 m y 227 Kg, comenzaron a caer desde las alturas, ayudados por los vientos de 72 Km/h, lo que obligó a cerrar las calles y reemplazar las más de 10 mil ventanas. La explicación surgió luego de varios estudios, resolviendo que el error tenía que ver con la combinación de la integridad estructural y las oscilaciones térmicas generadas por los cambios de temperatura en los paneles. Asimismo, quienes utilizaban los pisos superiores se quejaron del balanceo del edificio, lo que fue solucionado con la instalación de dos pesos de 300 toneladas en la planta 58.
El puente de Tacoma Narrows
El 7 de noviembre de 1940 a las 11am, ocurrió una de los eventos más conocidos, y que a menudo se relaciona erróneamente con un terremoto. Se trata del puente de Tacoma Narrows, estructura que fue víctima de los fuertes vientos del lugar, y que colapsó por el movimiento. Desde ese momento, la destrucción del puente se utiliza como ejemplo a considerar sobre los efectos de aerodinámica y resonancia en este tipo de estructuras.
El faro de Alejandría
Construido en Egipto entre los años 285 y 247 a. C. para servir como punto de referencia a los navegantes, la historia considera al faro de Alejandría como una de las siete maravillas del mundo antiguo. Con forma octogonal, su altura alcanzaba los 134 metros y en sus cimientos se usaron bloques de vidrio que evitarían la erosión y aumentarían la resistencia contra el mar, aunque de poco servirían para sostener el movimiento generado por los grandes bloques de mármol unidos con plomo fundido en los terremotos de 1303 y 1323.