Proyectos arquitectónicos de la revolución castrista como la hoy abandonada Escuela Nacional de Artes Plásticas de La Habana, una construcción orgánica diseñada en espiral por Ricardo Porro; campus universitarios paradigmáticos como los de Caracas y México DF; la iglesia de líneas sinuosas de Eladio Dieste en Atlántida (Uruguay); la hermosa Plaza de los Tres Poderes, de Lúcio Costa y Oscar Niemeyer en Brasilia (Brasil)…
Son solamente un manojo de los proyectos de la «asombrosa arquitectura» de América del Sur y Central, en cuyos países se han levantado obras «a las cuales realmente nunca se les ha dado su merecido lugar en los anales de la arquitectura moderna, la cual es dominada por arquitectos europeos y estadounidenses». Esto dice el MoMA de Nueva York, que formula la acusación de olvido contra sí mismo, recordando que desde hace seis décadas no programa ninguna muestra dedicada a la edad dorada de la arquitectura de Hispanoamérica y Brasil. Paliar un vacío de 60 años La pinacoteca, templo de sacralización del arte moderno, intenta paliar el vació con la exposición Latin America in Construction: Architecture 1955–1980 (Latinoamérica en construcción: arquitectura 1955-1980), una especie de continuación a la histórica muestra de 1955, Latin American Architecture since 1945 (Arquitectura en Latinoamérica desde 1945), que dejó colocada la cronología poco después de cumplida la mitad del siglo XX, cuando la zona empezaba a ser escenario de algunos de los proyectos más novedosos del mundo de edificios públicos y residenciales. Si la muestra de 1955 era algo pobre y solo exhibió un examen fotográfico, sin materiales originales de las obras, el MoMA ha querido que la nueva antología no pueda ser acusada de cicatería o menosprecio. Latin America in Construction: Architecture 1955–1980 reúne más de 500 dibujos y objetos de planeamiento que nunca antes habían sido expuestos en conjunto y, que en su mayoría, han sido muy raramente exhibidos, incluso en sus países de origen.
La exposición, que se celebra del 29 de marzo al 19 de julio, propone, según los organizadores, «una compleja lectura histórica de algunas de las cuestiones clave del periodo», una época clave para el desarrollo social y económico de los países analizados: Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Perú, Colombia, Venezuela, México, Cuba, República Dominicana y Puerto Rico. Material audiovisual de 15 archivos nacionales Aunque está enfocada en el cuarto de siglo que va de 1955 a 1980, la introducción a la exhibición es un amplio preludio sobre las tres décadas precedentes de desarrollos arquitectónicos en la región,con una galería de vídeos realizados a partir de grabaciones en cine de la época realizados por la directora Joey Forsyte a partir de una recopilación de material en archivos nacionales de quince países y otras docenas de fuentes. Las composiciones audiovisuales presentan la transformación de ciudades en capitales claves en la región, la construcción de dos ciudades universitarias que son referentes en su clase, las de Ciudad de México y Caracas, y el desarrollo de la nueva capital brasileña en Brasilia. También se podrán ver imágenes de casi todos los edificios, encargadas especialmente para la muestra y realizadas por el fotógrafo brasileño especializado en arquitectura Leonardo Finotti.
Entre las obras más emblemáticas que se muestran en el MoMA aparecen, además de las citadas al principio, el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro de Affonso Eduardo Reidy; el Banco de Londres y Sudamérica en Buenos Aires de Clorindo Testa; la sede en Santiago de Chile de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Latinoamérica y el Caribe de Emilio Duhart; el Parque Residencial Complex de Bogotá, de Rogelio Salmona; el edificio Palmas 555 en México DF, de Juan Sordo Madaleno; el proyecto futurista de un Hotel en Machu Pichu (Perú), de Miguel Rodrigo Mazuré y el Hotel Humboldt de Caracas, de Tomás José Sanabria. ‘Siguen siendo relevantes’ Los arquitectos que se encargaron de estos proyectos pertenecían, dicen en el museo, a una generación que abordó los retos de sus países mediante la «innovación formal, urbanista y programática», con planteamientos que «siguen siendo relevantes» para los desafíos presentes. Gracias a las obras de este grupo de profesionales, los países del área tienen una base para para los desafíos de hoy, a los cuales los nuevos diseñadores «están respondiendo una vez más con una arquitectura urbana innovadora y audaz a los problemas actuales de modernización y desarrollo».
Fuente: 20 minutos