La Torre Agbar es un «pequeño rascacielos» de 35 plantas y 142 m de altura. Su forma emula un surtidor de agua en constante y estabilizada presión, imagen idónea para la sede corporativa de una compañía de aguas.
Desde su inauguración, el 16 de septiembre de 2005, la Torre Agbar se ha convertido en un icono de Barcelona. La torre, además de representar a su ciudad, encarna la filosofía de Agbar: Es un edificio eficiente, de vanguardia, altamente tecnológico y respetuoso para con el entorno. La Torre Agbar no sólo es un referente arquitectónico, es también un ejemplo de la gestión inteligente de centros corporativos a escala internacional.
Estructuralmente, La Torre Agbar responde a un modelo de núcleo y perímetro exterior portantes que transmiten las cargas de unas plantas libres de apoyos intermedios. Consta de 31 plantas diáfanas, sin columnas que dividan su espacio útil, y tres plantas técnicas, que controlan los sistemas de gestión del edificio. Cada planta tiene una altura libre de 2,60 metros y los puestos de trabajo reciben luz natural de las 4.500 ventanas que recorren todo el perímetro de la fachada. La superficie total del edificio es de 39.000 metros cuadrados. De ellos, 30.000 metros cuadrados se dedican a oficinas y están situados sobre rasante. La superficie construida total es de 50.500 metros cuadrados.
Fuente: Agbar