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Ya sabemos que los chinos son capaces de copiar absolutamente TODO, desde un idílico pueblecito austríaco hasta una unidad del Ejército de EEUU, pasando por un sosias de Steve Jobs. Pero la imitación más ambiciosa, delirante y reveladora se está fraguando en estos momentos a 160 kilómetros al sur de Pekín: una ciudad de rascacielos inspirada en Manhattan, apodada sin ningún pudor “la Manhattan china”.

La construcción de la ciudad financiera comenzó hace cuatro años en Yuipiu, una península de 4 kilómetros cuadrados cuya forma recuerda a la isla neoyorkina cerca del puerto marítimo de Tianjin, y tardará al menos seis años más hasta finalizar sus más de 120 rascacielos, incluyendo el más alto de China para entonces (durante unos meses, al menos), una réplica del Rockefeller Center, un remedo de Central Park e incluso sus propias torres gemelas, a mitad de camino entre el homenaje y el sarcasmo: las Tishman Twin Towers.

Más allá de la hipérbole propagandística de los promotores, Yuipiu será un Manhattan a escala: sus 9,5 millones de metros cuadrados de oficina son sólo una tercera parte de los 32 millones que tenía Manhattan en 2001.

No se trata stricto sensu de una réplica, pues más allá de su simbolismo Manhattan es una ciudad obsoleta. Yuipiu, donde se han invertido más de 2.000 millones de euros hasta la fecha, contará con sendos trenes bala a Pekín y Tianjin, dos ciudades que puede que acaben fundiéndose, merced a su espectacular crecimiento: el 17% anual, en el caso de Tianjin.

china

El “Manhattan chino” está financiado por empresas paraestatales y viene a hinchar un poco más la burbuja inmobiliaria china, la “más grande de la Historia”. Como analizó excepcionalmente el blog DFC Economía, la economía china mantiene su voraz crecimiento gracias a la masiva inyección de fondos para la construcción, muchas veces injustificada, lo que ha convertido el país en un “mar de cemento”. La construcción supone entre el 20 y el 30% del PIB de China, entre dos y tres veces más de lo que supuso en España en 2006, en plena hinchazón de nuestra burbuja.

Fuente: lainformación.com

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