Esta casa, perfectamente habitable, tiene la mayoría de sus paredes exteriores decoradas con corchos de botellas de vino los cuales hacen de ésta una de las casas más curiosas e interesantes que se hayan visto.
Sin embargo cabe aclarar que los corchos no sostienen las paredes sino que fueron pegados paciente y cuidadosamente en ellas como arte decorativo.
En cambio el corcho se puede utilizar como revestimiento interior de una casa ya que posee propiedades naturales para el aislamiento térmico, aunque la resistencia térmica (1,15 m².K/W) sea un 25-30% inferior al de aislantes sintéticos como el poliuretano o el poliestireno extruido, el aglomerado de corcho reúne otras características que a la larga lo convierten en un material idóneo y ventajoso.
También actúa como aislante acústico, con una densidad superior a otros aislamientos (105 Kg/m³) es un buen absorbente acústico que funciona de tres formas, como aislamiento del sonido aéreo, eliminando el ruido de la calle; como elemento antivibratorio, absorbiendo los ruidos producidos por impactos, golpes o pisadas y como superficie absorbente del sonido disminuyendo el eco generado en grandes espacios.
Fuente: Ad+Arquitectura, Denocreer