En el caso de supresión de barreras arquitectónicas en edificios de viviendas, la función social que cumple la obra va mucho más allá, porque permite en muchos casos abrir la puerta a una nueva vida para las personas con movilidad reducida que permanecen “prisioneras” en su vivienda.
Ayer pudimos dar el mejor regalo del mundo a una vecina residente en el edificio, aquejada de esclerosis múltiple y que llevaba más de un año sin salir de su vivienda.
Ayer era el cumpleaños de esta persona, y ayer, por fin, pudo hacer realidad su sueño de salir a la calle.
FELIZ CUMPLEAÑOS!
En ATELIER 32 brindamos POR TI, y porque los sueños se hagan siempre realidad.